lunes, 20 de agosto de 2012

Como un torrente

En 1948 la Segunda Guerra Mundial empieza a ser un recuerdo lejano y molesto para quienes se vieron directa o indirectamente involucrados en el conflicto y en especial para esa amplía franja de la población de Estados Unidos que tuvo la suerte de mantenerse en la retaguardia y que no quiere ver interrumpida su vida por los desajustes emocionales de los veteranos.
Este ambiente de desidia e intolerancia hacia quienes defendieron la democracia poniendo en riesgo su integridad física y moral forma parte primordial del trasfondo de “Como un torrente”, una de las cumbres del melodrama social americano a la vez que una de las películas más populares y taquilleras de Estados Unidos durante los años cincuenta.
Basada al igual que “De aquí a la eternidad”, otro de los títulos imprescindibles para comprender las claves y los alcances narrativos de ese género solo en apariencia sencillo, en una novela de James Jones, encarnación del autor de bestsellers no exentos de calidad literaria pese a su vocación decididamente popular, “Como un torrente” es la historia de unos seres humanos a la deriva cuyo destino individual y colectivo entra en conflicto permanente con una sociedad que solo mira a un futuro presumiblemente próspero -no en vano se trata de la América de la posguerra, uno de los periodos de mayor expansión económica de la historia de Occidente- aunque ese empeño en el bienestar material suponga dejar a un lado valores como la solidaridad o la empatia hacia los más desfavorecidos. Curiosamente, y aunque este planteamiento de fondo pueda parecer reivindicativo y corra el riesgo de incurrir en la histeria o en la simple desesperación, la película dirigida por Vincente Minnelli, uno de los máximos valores de la Metro Goldwyn Mayer dotado de una especial sensibilidad para el trabajo con los actores y para hacer creíble cualquier argumento, desde los deslumbrantes musicales en technicolor hasta los dramas más profundos, se convierte en un auténtico recital interpretativo y supera con mucho la aspiración de convertir al cine en algo más grande que la vida.
Ambientada en una imaginaria ciudad de provincias, “Como un torrente” es la historia del inesperado regreso a casa de un hombre al que muchos podrían considerar un fantasma, un marginado social que lo es muy a su pesar y cuyo delito, si es que ha cometido alguno, es el de haber estado siempre en el lugar equivocado. Casi por casualidad, Dave Hirsch vuelve a las calles de su niñez 16 años después de haber sido entregado por su hermano mayor a una institución de caridad. Durante esa larga ausencia, Hirsch se ha convertido en un adulto obligado a enfrentarse en solitario a los vaivenes de su época: ha sobrevivido al abandono, a las tremendas consecuencias sociales de la depresión económica y ha completado su periplo existencial en los campos de batalla. Finalizada la guerra ha intentado exorcizar los fantasmas de su pasado mediante la escritura, pero todos sus intentos por hacerse un hueco en la escena literaria se han traducido en un enorme fracaso. Agotado y sin esperanzas, a punto de ser licenciado forzosamente del ejército al que ha entregado los mejores años de su vida, Hirsch solo encuentra consuelo en el alcohol, y serán los efectos de una formidable borrachera los que le harán volver a su ciudad natal en compañía de Ginny Moorehead, una prostituta de buen corazón que al igual que él ha sido incapaz de dar un rumbo a su vida.
Como si se tratara de una pareja de recién llegados a una suerte de paraíso donde no hay sitio para ellos, Hirsh y Ginny matan el tiempo en los bares de la ciudad, los únicos lugares donde su pre-
FICHA   TÉCNICA
Título original: Some Carne Running; Director: Vincente Minnelli; Intérpretes: Frank Sinatra, Shirley McLaine, Dean Martin, Martha Hyers, Leora Dana, Arthur Kennedy, Nancy Gates; Año de producción: 1958; Nacionalidad: EE Uü; Guión: John Patrick, Arthur Sheekman y James Jones, basado en la novela homónima de James Jones; Director de fotografía: William H. Daniels; Música: Elmer Bernstein; Blanco y negro; Duración: 137 minutos.
sencia es bien recibida mientras tengan dinero con el que pagar en la barra. Poco a poco, Hirsch empieza a sentir que la ciudad y los hombres y mujeres que viven en ella le deben algo, en especial su hermano, convertido en próspero y modélico miembro de la comunidad gracias a un matrimonio de conveniencia y gracias, sobre todo, a su capacidad para olvidar las páginas más oscuras e inconfesables de su pasado, en especial su desinterés por el destino de ese hermano pequeño al que dejó en manos de la beneficencia. Sin embargo, Dave Hirsch, pese a su aparente cinismo, su fragilidad y sus carencias afectivas, es a su manera un tipo duro que sabe afrontar la realidad cara a cara, lo que explica su aceptación de la derrota, su relación más fraterna que sexual con Ginny y la repentina y profunda amistad de ambos con Ba-ma Dillert, un jugador profesional encantador y alcoholizado con quien forman un ruidoso trío que escandaliza a los bienpensantes y que pone en riesgo el prestigio del hermano de Hirsch. Movido más por el interés que por altruismo, este intenta integrar a Hirsch en su círculo de amistades con la esperanza de que encuentre una chica decente con la que relacionarse, lo que al menos supondría el definitivo alejamiento de Ginny. Sin embargo, Hirsch se muestra confuso, luchando por una parte contra la sensación de rechazo que le producen sus intentos de integrarse en una vida normal, mientras por otra se resiste a abandonar, como antes hicieron con él, a Ginny y a Ba-ma, las únicas personas que a su manera le muestran lealtad. A medida que transcurren esos intentos de acceder a una vida normal Hirsch, Ginny y Bama se dirigen aceleradamente al encuentro con su trágico destino.
Con un guión escrito por John Patrick, Arthur Sheekman y el propio James Jones, la versión cinematográfica de Como un torrente respeta casi por completo los aspectos más atrevidos y escabrosos del material literario original. En realidad, salvo un detalle final que no conviene desvelar, la película es una fiel transposición de las más de 1.000 páginas de un libro que abunda en los recovecos de la psicología de sus personajes y en la descripción detallada de los ambientes físicos y sociales en los que se desarrollan esas vivencias que sin entrar en el terreno de la delincuencia tradicional se enfrentan a un rechazo frontal que se alza como uno de los puntos más culminantes del drama, uno de los aspectos más celebrados por la crítica que de manera unánime saludó su estreno como uno de los más importantes de la década sin olvidar las magníficas y conmovedoras interpretaciones de Frank Sinatra, Shirley McLaine y Dean Martin, que enarcaban respectivamente a Hirsch, Ginny y Bama, los ángeles caídos de una historia tan demoledora como interesante y bien contada.
A los pocos meses de su estreno Como un torrente se había convertido en una de las cuatro películas más taquilleras del año 1959, ingresando en taquilla una cifra equivalente al doble de su presupuesto de producción. A este éxito hubo que añadir sus cinco nominaciones a los Osear en categorías que iban desde Mejor Actriz a Mejor Canción original, y la nominación al Globo de Oro obtenida por Shirley McLaine por su papel de Ginny. Con el paso de los años, la película se convirtió en un punto de referencia para críticos y directores de los sesenta y los setenta y en uno de los títulos más rentables en términos de reposición y de emisiones televisivos del extenso catálogo de películas producidas por la Metro Goldwyn Mayer, lo que nos da una idea de la eficaz trascendencia de un título que merece como pocos el calificativo de obra maestra.

viernes, 20 de abril de 2012

miércoles, 18 de abril de 2012

Apunta, dispara y corre

Vinculos de sangre

La luna

El tulipan negro

Noche de fin de año

Un dios salvaje

No tengas miedo a la oscuridad

Inmortals

Somwhere