DESCENDIENTE DE CATALANES _
DESCENDIENTE DE CATALANES _
José Ferrer es reconocido sobre todo por el público más joven por su breve papel como el Emperador de la adaptación de la novela de Frank Herbert, Dune, que dirigió David Lynch en el año 1984. Sin embargo su larga trayectoria como actor abarca varias décadas de interesantes trabajos no sólo para el cine, sino también para la televisión, medio en el que volcó buena parte de su talento, y además, al menos en Estados Unidos, está reconocido como el mejor Cyrano de la historia del teatro, el cine y la televisión.
De manera que además de ser el tío de George Clooney y el padre del también actor Miguel Ferrer, José Ferrer ha sido una de las figuras más respetadas y prestigiosas de los actores hispanos en Estados Unidos, primero por su trabajo en el teatro y más tarde por sus apariciones ante las cámaras de la pantalla grande o pequeña.
Ferrer formaba parte de una familia de Puerto Rico con antecedentes catalanes, pero vivió en los Estados Unidos desde los tres años. Apodado Joe por los amigos y con un talento precoz para la música que le llevó a destacar como intérprete de piano cuando era niño y a trabajar como cantante en la Brooklyn Academy of Music y en la Beverly Hills Opera, este actor de 1 ,76 de altura destacó por ser capaz de escapar a todo tipo de encasillamiento a consecuencia de su origen étnico, algo nada fácil en el cuadriculado Hollywood. Buena prueba de ello es que en una de sus películas como protagonista, El infierno de los héroes, incluso interpretó el papel de un oficial de comandos británicos. Eso por no hablar de los dos papeles más reconocidos de su carrera, Toulouse Lautrec en Moulin Rouge y Cyrano de Bergerac, que casi le etiquetaron como "actor francés" en un Hollywood al que le encanta tener a sus estrellas bien ordenadas en compartimentos fácilmente reconocibles para el público.
Si hubiera que buscar un papel que contribuyera a definirlo para el público estadounidense, éste sería sin duda el de Cyrano de Bergerac, que interpretó en los escenarios en 1946 y 1953 y además encarnó en el cine en 1950, ganando el Oscar al mejor actor por su encarnación de ese personaje (fue el primer hispano que consiguió la estatuilla) al que también dio vida en la televisión primero en dos versiones que se emitieron en directo en 1949 y más tarde en 1955. Cyrano parecía habérsele pegado definitivamente, porque en la década de los sesenta volvieron a reclamarle para que lo interpretara en la producción francesa Cyrano y D'Artagnan, rodada en 1964. El poeta y espadachín de la nariz prominente le proporcionó además de la estatuilla de la Academia de Hollywood un premio Tony por su representación del papel sobre las tablas en 1947. La última ocasión en la que interpretó a Cyrano fue en una producción de dibujos animados de la cadena televisiva ABC que se rodó en 1974. No es extraño que además de hablar inglés y castellano acabara dominando también el francés.
Después de graduarse en la Universidad de Princeton en 1934, fue sobre las tablas donde consiguió sus primeros éxitos como intérprete, y el teatro fue siempre una pieza esencial de su carrera. Buena prueba de ello es que ganó tres premios Tony, algo así como el equivalente del Oscar para el teatro, el de su trabajo como Cyrano y los de otra obra que también había de dirigir e interpretar en el cine, The Shríke, en 1952, el mismo año en el que
recibió otro galardón por su labor como director en tres producciones teatrales representadas en Broadway, The Shríke, The Fourposter y Stalag 17, que posteriormente Billy Wilder trasladó al cine con William Holden como protagonista en una película que fue titulada en España Traidor en el infierno. En lo referido a dicho premio teatral volvería a ser nominado como autor del mejor libreto musical por Oh, Captain!, y también le nominaron por la obra Years Ago. Entró en la categoría de récords del galardón teatral por ser uno de los ocho actores que ha conseguido ganar el premio Tony y el Oscar interpretando el papel, acompañado en esa lista por Yul Brynner, que hizo lo propio con El rey y yo, Rex Harrison, que lo consiguió con My Fair Lady, Anne Bancroft, que se llevó ambos premios por El milagro de Anna Sullivan, Joel Grey por Cabaret, Paul Scofield por Un hombre para la eternidad, Shirley Booth por Vuelve pequeña Sheba, y Jack Albertson por Una historia de tres extraños.
En teatro se le reconoce otro récord destacado, haber participado en la obra de Shakespeare que ha alcanzado más representaciones en la historia de Broadway, Othello, en la que encarnó al enredador lago junto a un moro de Venecia interpretado por Paul Robeson en 1943.
Autor, director y actor destacado en el paisaje teatral estadounidense, fue fichado por el cine tras ocho años de éxitos en los escenarios, en primer lugar para aparecer junto a Ingrid Bergman en Juana de Arco encarnando al Delfín Carlos, interpretación por la que consiguió su primera nominación al Oscar en la categoría de mejor actor de reparto.
Conocedor de las exigencias de atractivo físico impuestas a los galanes para la pantalla grande, Ferrer sacó el máximo partido a su aspecto y a su formación teatral para construir ante las cámaras sólidos personajes que jugaban siempre la carta de sorpresa contracorriente en el adocenado paisaje de galanes masculinos que manejaba Hollywood. De ese modo edificó algunos de sus mejores papeles en su primera etapa en el cine, personajes como el déspota líder al que dio vida en Crisis, todo un retrato de los dictadores como aberración política, o el quisquilloso y antipático sacerdote que le hacía la vida imposible a la protagonista de La bella del Pacífico. De esa etapa su papel más elegante y simpático para el público fue el del abogado al que dio vida en El motín del Carne, midiéndose con un Humphrey Bogart en estado de gracia.
Además otros dos personajes llevados al límite le convirtieron en una especie de heredero del arte para la caracterización que había ejemplificado Lon Chaney padre: Cyrano de Bergerac y aún mejor su recreación del pintor francés Toulouse Lautrec para la película de John Huston Moulin Rouge, que superó a la recreación de Van Gog llevada a cabo por Kirk Douglas en El loco del pelo rojo, aunque no llegó el Oscar al mejor actor al que le habían nominado por la misma.
Como realizador destacó especialmente realizando Yo acuso, con la que hizo un retrato muy convincente del célebre caso Dreyfus interpretando además el papel principal de Alfred Dreyfus.
Entre los papeles que para los que estuvo seleccionado pero al final no llegó a interpretar, hay dos por los que sus sustitutos ganaron sendos premios Osgar: el escritor alcoholizado de Días sin huella, por el que llegó a competir con Cary Grant, pero que finalmente interpretó Ray Milland, ganando un Osgar por ese su mejor trabajo y el crítico teatral al que finalmente dio vida George Sanders en Eva al desnudo, que ganó el Oscar como mejor actor secundario. Además los productores de la versión televisiva de Batman en los sesenta le eligieron para dar vida al Joker, si bien finalmente ese papel fue encarnado por César Romero.
DOS MATRIMONIOS
En su vida privada destacan dos matrimonios, el primero con la actriz y profesora de interpretación Uta Hagen, con la que tuvo una hija, Leticia Thyra Ferrer, nacida en octubre de 1940. Posteriormente se casó con la cantante Rosemary Clooney (de ahí le viene lo de ser tío de George Clooney), con la que tuvo cinco hijos, Miguel Ferrer, nacido en 1955, que siguió sus pasos como actor y director, María Ferrer, en 1956, Gabriel Ferrer, que vino al mundo en 1957 Monsita Ferrer, nacida en 1958, y Rafael Ferrer, que nació en 1960 y como actor parece haberse especializado hasta el momento en poner voces a personajes de los videojuegos de Star Wars.
Él mismo definió su carrera con pocas palabras afirmando: "Lo cierto es que hice unas cuantas buenas películas en los años cincuenta, y luego me puse en caída libre".
La televisión le ofrecería la oportunidad de desarrollar algunos trabajos interesantes como estrella invitada, algunos casi a título de carneo, en algunas célebres series, como Embrujada, Audacia es el juego, Kojak, Colombo, Starsky y Hutch, Magnum, La isla de la fantasía, Hotel, Se ha escrito un crimen, Vacaciones en el mar, Matlock, Another World, Barrio Sésamo o las miniseries Incidente en el Atlántico y George Washington.
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